Era el día D a la hora H. Mi plan era pedirle matrimonio a mi novia después del salto en paracaídas que le regalé. ¿Cómo lo hice? Le grabé un vídeo que guardé en la joya y se la regalé al aterrizar. Funcionó.

Aquel viaje perfecto a Bali con mis amigas. Experiencias que no quiero olvidar, paisajes idílicos, risas continuas y momentos que me gusta recordar cuando no estoy al 100%.

Aquel concierto de Coldplay. Podría decir que lo llevaba esperando toda la vida y la verdad, se acabó en lo que para mi fueron 15 minutos. Por suerte, todos aquellos momentos especiales los guardé en Reliqium y cada poco, los vuelvo a ver y se me escapa alguna lagrimilla.

Empecé guardando las fotos de mi último cumple. Luego, mi familia se enteró y no paró hasta que les regalé un collar a cada uno. Ahora, los tenemos conectados y cuando uno sube un recuerdo nuevo, todos lo vemos. Es una forma de compartir muy especial.